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Mostrando las entradas de junio, 2018

6 horas

El hombre llegó a la guardia del sanatorio acusando un fuerte dolor estomacal. No estaba acompañado, debido a que hacía poco se había mudado a la ciudad para probar suerte con su futuro y no tenía a nadie conocido con él. En la recepción, la mujer de unos 60 años aproximadamente lo recibe con su disgusto y cara de pocos amigos. Desilusionada con su vida, no fijaba interés en la necesidad de los pacientes que llenaban esa sala de espera, anhelando una atención rápida de parte de un profesional médico. A él le dio un número y le pidió que aguarde sentado. Cuando tomo el ticket del turno y visualizo el monitor, noto que debía esperar mucho. Pero el dolor era muy fuerte, que no podía irse a otro lugar. Tomó asiento en una banca sin respaldo, apoyándose sobre la pared. Al lado había una pequeña niña con cara de preocupación. Con el permiso de su madre, le ofreció un dulce que tenía en su bolsillo. Ella acepto y comenzaron una conversación amistosa. A ella le preocupaba el estado de salud